lunes, 21 de septiembre de 2015

Jugando a hacer poesía

Nuestros veranos eran de jardines llenos de moras.
Avispas que volaban apresuradamente de fruta en flor
Que me asustaban con su zumbido, cuando volar era su única intención.

Playas que estaban entonces lejos.
Caminos sin asfaltar.
Calles de bajada con toallas secas y arena anaranjada,
Vueltas con el peso de la ropa mojada y piedras por esquivar.

Gritos de niños en bicicleta,
Juegos aún por inventar.
Un cielo azul nos abrazaba
La lluvia nos impedía la libertad.

Mi abuelo perdía la memoria
Y plantaba plantas para volverlas a arrancar.
Mi abuela despotricaba, pero yo no entendía ni quería escuchar.

Mangueras de agua cuando mi padre no trabajaba.
Días de playa y juegos en el mar.
No existía el miedo en mi infancia,
Tampoco el malestar.

Televisiones con programas infantiles
Que nos hacían reír, nunca llorar.
Padres que se querían y nos querían,
Helados y sandías para refrescar.

Hoy miro atrás y echo de menos
Esa inocencia, mirada de cristal.
Donde no había más días grises
En los cuales no pudiese salir a jugar.

Crecer significa perder esa sonrisa,
Darse de frente con la realidad
Trabajar por dinero que rápidamente se va.

No me importa ya si llueve, tengo que salir igual.



Poesía inaudita. Londres, 9 de Junio del 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Datos personales (links)